NIÑOS Y ADOLESCENTESQué hago cuando: desayuna demasiado
El desayuno es una de las comidas más importantes del día, y la que le da a tu hijo la energía que necesita para afrontar las actividades que tiene durante toda la mañana. Ante tanta insistencia sobre la importancia de desayunar, tal vez en casa os encontréis con la situación opuesta, que vuestro hijo desayune demasiado. Vamos a tratar de averiguar cuáles son las razones que le llevan a comportarse de esa manera, y buscar la mejor solución. |
Cena poco y se levanta con mucha hambre
Si el niño no cena suficiente es normal que se levante con mucha hambre, y convierta el desayuno en una comida copiosa. Un desayuno excesivo, aunque sea a base de alimentos sanos y nutritivos, también supone un desorden en su alimentación, y un exceso de calorías diarias que puede explicar esos kilos de más que tiene el niño.
Si os encontráis en esta situación la clave está en hablar con él o ella para averiguar cuál o cuáles son los motivos: cena sólo y prefiere hacer otras actividades más placenteras; le aburre que las cenas sean tan repetidas; merienda demasiado o picotea a todas horas y llega a la cena sin apetito...
Le gusta desayunar dulces
La familia es la que más influye en la forma en la que el niño se comporta con la comida, por ejemplo al elegir determinados alimentos, como los dulces. ¿Siempre hay dulces para desayunar? ¿Le dejáis elegir siempre el desayuno que más le gusta? ¿Premiáis su buen comportamiento con bollos?
Este comportamiento, aunque puede ser la panacea para todos los males en esos
momentos, no es la mejor solución para solventar el problema, tal y como
explican los expertos en psicología, y va a dejar marca en el comportamiento
que el niño, luego adulto, tenga con estos alimentos.
Si además es un niño con exceso de peso o con tendencia a ganar peso, esto no le va a servir de gran ayuda. Las posibilidades de que el niño tome un desayuno sabroso sin necesidad de comer siempre bollos son innumerables. En esta Escuela te ofrecemos algunas sugerencias.
Desayuna sano, pero mucha cantidad
Ante la insistencia de la importancia de desayunar cada día, tal vez seáis vosotros los padres, quienes ofrezcáis al niño la posibilidad de que tome un desayuno contundente, y para ello elegís los alimentos más sanos y nutritivos: lácteos, cereales, pan, galletas, mermelada, fruta, zumo, etc. Un desayuno excesivo, aunque sea a base de alimentos sanos y nutritivos, también supone un desorden en su alimentación, y un exceso de calorías diarias que puede explicar esos kilos de más que tiene el niño. Pensad que la energía que necesita vuestro hijo para afrontar las actividades de toda la mañana conviene que la reparta entre el desayuno y el almuerzo, y si el primero es muy consistente, el segundo será más liviano para no desordenar la dieta el resto del día.
¿Cómo debe ser un desayuno?
Un buen desayuno es el que incluye la mayor variedad de nutrientes que el organismo necesita para comenzar la actividad del día. Y para ello el desayuno debe incluir alimentos de al menos estos 3 grupos: lácteos, farináceos y frutas. Si combinas alimentos de los 3 grupos consigues desayunos variados, nutritivos, sabrosos, apetecibles, divertidos y sanos. Ofréceles a tus hijos desayunos alternativos a la bollería con alimentos más sanos y nutritivos; lácteos, bocadillos, sándwich, repostería casera, frutos secos, frutas, batidos, zumos...
Te animamos a que visites el apartado "Imprescindible: un buen desayuno", en el que puedes encontrar más de 15 desayunos diferentes, dulces y salados, muy nutritivos. ¡Seguro que tu hijo encuentra el que más le gusta!
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