IMPRESCINDIBLE: UN BUEN DESAYUNO¿Cómo es un buen desayuno?
Un buen desayuno es el que incluye la mayor variedad de nutrientes que el organismo necesita para comenzar la actividad del día. Y para ello el desayuno debe incluir alimentos de al menos estos 3 grupos: lácteos, farináceos y frutas. Combinando alimentos de los tres grupos se consiguen decenas de desayunos variados, nutritivos, sabrosos, apetecibles, divertidos y sanos. |
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- Lácteos: leche, yogur, cuajada, quesos, etc. O alternativas como batido de soja. Cualquiera que sea la elección, su consumo le aporta al niño calcio, fósforo, proteínas y vitaminas B2, A y D.
- Farináceos: incluye pan en todas sus versiones (normal, integral, tostado, de molde, con frutos secos
), cereales de desayuno y galletas, ya que son alimentos ricos en hidratos de carbono que el organismo transforma en glucosa, el "combustible" del cerebro y todos los órganos. La bollería (bollo, croissant, dulce de leche, suizo o magdalena) también tiene cabida, pero consumida con moderación, y no cada día.
- Frutas: las frutas (enteras, en macedonia, en compota...) y también en zumo, enriquecen vuestro desayuno en vitaminas, minerales y fibra.
- Otros alimentos: jamón serrano, jamón cocido y otros derivados cárnicos, mantequilla, margarina, mermelada, azúcar, miel, frutos secos, frutas desecadas... Son alimentos que enriquecen el desayuno en nutrientes y lo pueden hacer más variado y apetecible.
Estos consejos son válidos para toda la familia; para los más pequeños, para los adolescentes y para padres y madres; si bien, las cantidades de alimentos, así como su forma de presentación irán acordes con las necesidades de cada uno, con su apetito y sus preferencias, pero sin hacer concesiones inaceptables.
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