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Portada > Enséñale buenos hábitos > Cuando el problema está en los padres > Cenas rápidas y calóricas

ENSÉÑALE BUENOS HÁBITOS

CUANDO EL PROBLEMA ESTÁ EN LOS PADRES

Cenas rápidas y calóricas

Los motivos que llevan a una familia a realizar cenas demasiado copiosas son bien distintos. Puede ser por falta de tiempo para la preparación de comidas caseras, por lo que se echa mano de alimentos parcialmente elaborados o precocinados, listos para su consumo tras un simple calentamiento o cocción, que no siempre son los más adecuados al menos para consumir a diario. Asimismo, puede deberse a la falta de información de los padres acerca de lo que supone una alimentación saludable, y porque es el único momento del día en que la familia puede comer junta en la mesa, con la tranquilidad de haber terminado la jornada laboral, realizando todo un ritual culinario para satisfacer a todos los comensales, con abundancia de todo tipo de alimentos. O bien porque los padres adoptan una actitud pasiva frente a la educación de los hábitos alimentarios de sus hijos, dejando que sean ellos mismos quienes escojan lo que desean comer.

En esta sección
Padres sobreprotectores [pág. 1]
Padres obsesionados por el peso [pág. 2]
Premios y castigos con la comida [pág. 3]
Compensar la ausencia dándole lo que más le gusta [pág. 4]
Sobre medios de información y alimentos de marca [pág. 5]
Hábitos insanos de alimentación [pág. 6]
Cada semana de fast food [pág. 7]
Cantidades exageradas para su edad: ¡No sé cuánto es mucho! [pág. 8]
Cenas rápidas y calóricas [pág. 9]
   

Conviene que cenéis temprano para hacer bien la digestión antes de dormir
Idea Sana
  • ¡No tengo tiempo!
  • Adentrarse en el mundo de la cocina puede representar todo un desafío para quienes apenas tienen tiempo de hacer la compra, planificar menús o cocinar de manera regular. Pasta, salchichas, precocinados y los socorridos huevos fritos con patatas acaban aburriendo, además de que su consumo habitual no es precisamente el paradigma de una dieta sana y equilibrada. En el fondo, las claves para alimentarse bien y disfrutar de lo que se come son: contar con unas nociones mínimas de alimentación y conocer algunas recetas, planificar la compra según nuestras necesidades y posibilidades y, organizar bien nevera, congelador y despensa para no tirar siempre de alimentos poco saludables cuando llegamos a casa tarde o sin ganas de cocinar.

  • La cena, más ligera que la comida
  • La cena es una comida importante, si bien ha de ser más ligera que la comida. Se trata de la última toma del día antes de irnos a dormir, un momento del día en el que el desgaste a realizar es mínimo. Se recomienda que la cena incluya los siguientes alimentos: verduras junto con pasta o arroz o patata y pan, y un poco de pescado, alternando con huevo y carne, para hacerla más variada ¿Qué tomar de postre?
    Escoge a menudo fruta de temporada o lácteos sencillos como el yogur o la cuajada. Además, conviene que cenéis temprano para hacer bien la digestión antes de dormir, dejando pasar al menos dos horas.

  • Evitar conflictos en la mesa no significa que coman siempre a la carta
  • En ocasiones los hijos manifiestan un rechazo persistente frente a determinados alimentos o comidas. Los niños y niñas que se expresan de esta manera, suelen ser dominantes, consentidos, con sobreprotección y suelen trasladar estas conductas a otros ámbitos de su vida social. La permisividad de la familia por diferentes motivos - ya sea porque la comida no se eternice y hay prisa, o porque hay visitas o para evitar conflictos y regañinas-, los padres a veces ceden ante los caprichos culinarios de los más pequeños. De ser así, tendréis que actuar cuanto antes para evitar que el control lo tomen vuestros hijos, ya que quien ha de llevar la batuta sois vosotros y no ellos.
    ¿Qué hacer? A la hora de darles a probar nuevos alimentos y sabores, trata de hacerlo de forma distendida, no con imposiciones fuertes, sin perder los nervios, sin gritos ni amenazas. Conviene que lleguéis a un acuerdo con vuestro hijo o hija sobre la comida que rechaza. Negociad una cantidad mínima de cada alimento o plato a comer y que sea el niño o la niña quien se sirva. De esta manera, estaréis favoreciendo su autonomía, independencia y responsabilidad en la elección.

  • Ofréceles variedad de alimentos sanos
  • Es posible que el niño o la niña reclame con insistencia aquello que más le gusta -patatas fritas, salchichas, chocolate...- si con frecuencia su padre o su madre o la persona que lo cuida le ofrece, entre otras cosas, ese tipo de alimentos en casa. La variedad de opciones que una familia presenta a una niña o niño y la capacidad de atender sus necesidades son elementos fundamentales para transmitirles unos buenos hábitos alimentarios. En resumen, se trata de que enseñéis a vuestros hijos e hijas que escojan o se antojen de manera "natural" de alimentos saludables. Debéis darles un buen ejemplo comiendo de acuerdo a un horario regular y seleccionando alimentos sanos y sabrosos. Sois vosotros, padres y otras personas con niños a su cargo, los responsables de la comida que entra en casa.

Si disponéis de una buena variedad de comidas sanas, esto ayudará a los niños a comprender que una selección de alimentos saludables es un buen modo de vida.



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