MUÉVETE CON ELLOS, SANOS Y ACTIVOSEl ejercicio, un hábito saludable y divertido
Los hábitos de alimentación inadecuados y la falta de ejercicio son dos factores que, combinados, explican por qué la tasa de niños obesos se ha duplicado en nuestro país en los últimos 15 años. Para frenar esta tendencia, además de inculcar a tus hijos e hijas unos buenos hábitos de alimentación, es importante que les animes a hacer ejercicio. ¿Qué tal si lo haces con ellos? |
En muchos casos, los niños y adolescentes relacionan el ejercicio con un esfuerzo innecesario que no les aporta ningún beneficio, por lo que el tiempo que deberían dedicar a moverse, lo pasan frente al televisor, el ordenador o la videoconsola.
Es probable que tus hijos e hijas piensen del mismo modo, pero ¿has intentado hacerles cambiar de idea?
Si es así, habrás comprobado que no es tarea fácil, ya que las modas y costumbres van cambiando. La sociedad en la que vivimos fomenta estilos de vida poco activos y sedentarios. Ya no es tan frecuente como hace algunos años, ver a niños y niñas jugando en la calle, debido en parte a que cada vez se planifican menos zonas de juego para ellos y en muchos casos las que existen, no están en las mejores condiciones. Actualmente juegan en sus casas y su mayor entretenimiento suele encontrarse delante de una pantalla.
La tele, el ordenador o las consolas, son pasatiempos sedentarios y se han convertido en una de las principales causas de la obesidad infantil, ya que su uso implica un bajo gasto de energía.
Para evitar que las cifras de obesidad sigan creciendo, además de inculcar a tus hijos hábitos de alimentación saludables, ¿por qué no les animas a que hagan ejercicio?
Hazles ver que es algo divertido, que les ayuda a sentirse sanos, fuertes
y llenos de energía, y que además, les ayuda a controlar su peso.
Es importante que introduzcas el ejercicio dentro de sus hábitos como un juego más. Para ello, puede resultar útil que realicen deportes en grupo como baloncesto, fútbol, balonmano...
Si ves que no se animan, proponles hacer ejercicio juntos o realiza actividades con ellos que no relacionen con el deporte puro y duro. Intenta utilizar menos el coche y sube a casa por las escaleras en vez de coger el ascensor para darles buen ejemplo. Acompáñales a andar en bicicleta, a nadar, a pasear por el monte, o ¿por qué no proponerles que te acompañen a hacer la compra y te ayuden a llevar las bolsas hasta casa? Así tanto ellos como tú haréis ejercicio y "quemaréis" calorías casi sin daros cuenta.
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